Entre chips, bits y otros "its"... ¡recetas!

Aunque dicho así, puede que suene a comida (a snacks preferentemente), lo cierto es que hoy os quería hablar de la cocina en internet. Aunque ya la semana pasada os hablé de mi blog favorito, no sólo de latas vive el estómago, así que os aconsejo otros sitios en los que encontrar recetas tradicionales, originales y gente con la que compartir la afición por los fogones:

• Cuchara de palo: Un blog donde aprender recetas tradicionales y con Thermomix, pero al que yo acudo cada vez que quiero hacer alguna conserva. La receta de mermelada de peras con chocolate es ¡deliciosa!
• El cuaderno olvidado: Donde su autora recupera el cuaderno de recetas de su abuela (el auténtico) y sube a internet toda esa sabiduría acumulada.
• Foodtube: El youtube de las recetas. Está en inglés, pero lo de cortar, picar y remover creo que es internacional.
• La cocina de cada día: Apicius, del País Vasco, por lo que he podido deducir leyendo, es un señor que mantiene a la vez varios blogs de cocina, siendo éste el mejor según mi critero, en el que publica diariamente una foto de lo que va a comer, y además, da la receta. Son fantásticos los banquetes que prepara cuando lo visita la familia.
• Pan pa hoy... Hambre pa mañana: Las recetas de Julito, originales todas, ricas casi siempre y, sobre todo, contadas con mucho humor. No olvidéis leer el nombre del chef de cada una. Original a más no poder.
• El foro de Karlosnet: Aunque ahora está parado (temporalmente, espero), se pueden leer sus recetas antiguas. La gente que participa en él tiene casi tanta o más habilida que el famoso cocinero (y mira que decir eso... es decir mucho, porque Argui es un fenómeno) y merece la pena echarle un vistazo.

Araceli Ocaña

Cocina con prisa, pero sin pausa

Hoy en día el mundo se divide en dos tipos de personas: los que les gusta cocinar y los que no tienen tiempo. Sin embargo, para estos últimos (y para los otros también, que a veces, por más que te guste... no hay ganas) hay una solución. Más que una solución, un "solucionador".

Falsarius Chef, o Falsa, como me gusta llamarlo porque ya es como de la familia, es alguien que nos hace la vida más fácil y encima llega a nosotros por tierra mar o aire, de cualquier forma:

• En su blog: Ahí empezó todo, y ahí continua. Falsarius publica una receta de forma más o menos semanal en la que explica cómo hacer platos sencillos con ayudas de latas, botes y congelados. De ahí el nombre: son recetas que parecen muy elaboradas pero que no lo son, y encima ¡saben como las auténticas! Yo creo que a partir de ahora las impostoras van a ser las otras, las que te engañan para que te ties horas en la cocina y encima sepan igual...




• En su libro: Siguiente paso en la meteórica carrera de mi cocinero preferido. De venta en cualquier librería que se precie y con una recopilación de recetas imprescindible. Ya prepara el segundo.




• En El País: Ahora será buscando en su Hemeroteca, pero durante todo el verano también han publicado artículos con recetas impostoras para el niño o la niña.




• En la radio: Cada sábado, por vía telefónica desde cualquier escondite del mundo contacta con la Cadena Ser para hacer su pequeño espacio en "A vivir que son dos días", a eso de las 11,45 de la mañana.




• La tele: Y finalmente, todos los Viernes en "Éstas no son las noticias" de Cuatro. Falsa in person haciendo sus recetas con uen arte y más humor.
  

Así que seguramente te estés preguntando cómo no sabías de él hasta ahora... ¡Pero no te desanimes, en la familia de los impostores, estamos todos invitados!

Araceli Ocaña

El brunch

Muchos restaurantes se están apuntando a la moda del brunch los domingos. Muchos de ellos, con éxito (el Café Oliver, al que asisten hasta reconocidos cocineros como Darío Barrio... por algo será) y otros, aunque también tienen buena aceptación, no han sabido aprovechar el término para ofrecer un menú de calidad (como el Nina Madrid).

Sin embargo, esto es importante: ¿Qué es el brunch?

La palabra brunch (así como la actividad a la que da nombre) es una mezcla entre el desayuno (Breakfast) y la comida (lunch). Es un invento norteamericano y se dice que ya existía en el siglo XIX. De hecho, ya en 1896, el semanario británico Punch proclamaba en sus páginas: "To be fashionable nowadays, we must brunch". Algo así como: "Si quieres ser moderno, pásate al Brunch". Este invento no sólo ha sobrevivido hasta nuestros días, sino que ahora es una de las cosas más modernas de la oferta gastronómica de toda Ciudad con mayúsculas que se precie. No es para menos, pues personalidades como Churchill tomaban el Bruch.

El origen no está claro: Por una parte se dice que surge cuando los campesinos se despertaban tarde los domingos y unían los desayunos y almuerzos en una sola sesión. Ahora (sobe todo en ciudades norteamericanas, y en todo el mundo gracias a la influencia, quizá, de Sexo en Nueva York) es una reunión social más, que propicia las quedadas mañaneras con amigos o simplemente un fin de fiesta genial. O pasarte por el rastro y tomar el brunch en cualquier restaurante de la latina en Madrid.

¿En qué consiste exactamente el brunch? Hay diferentes modalidades... La tradicional, calcada del modelo americano se compone de zumos, cócteles como el Bloody Mary (su fama de antídoto contra la resaca tiene gran importancia en este caso), yogures y batidos; tampoco puede faltar un café bien cargado y el champán. De comer, huevos benedict es el plato típico, los bagels (bollitos americanos tipo donut pero de sabor salado que se aderezan con semillas de amapola y otros frutos secos y se comen rellenos de bacon, huevo, queso o cualquier cosa), el salmón ahumado con philadelphia, además de bollos, panecillos, bacon, frutas, patatas fritas, tostadas, tortitas... ¡Y cualquier cosa que pudiera estar en un almuerzo o en un desayuno de fin de semana!

El modelo español, más cañí, incluiría tapas, pinchitos, vinos y cosas propias del aperitivo dominical. La cerveza -también buena para aliviar los síntomas de la resaca- o el vermouth, la tortilla de patatas, o las tostadas con tomate y jamón... es el toque patrio que muchos restaurantes de Madrid aportan a la moda neoyorquina.

Si alguien quiere hacerlo en casa, puede añadir su toque personal, claro, porque el brunch agradece todo. Una buena opción es hacer mermeladas caseras (en el blog Cuchara de Palo hay recetas para dar y tomar) y acompañarlas de bollitos recien comprados o hechos en casa. ¡El brunch, y el que lo prueba, lo agradece todo!

Araceli Ocaña