Hay gente fanática de los congelados... Y con razón. Hay tanta variedad que es imposible no enamorarse de ellos. Hoy en día hay casi de todo: verduras, pescados, ingredientes esenciales como cebolla o ajo, arroces y, sobre todo, muchas comidas ya hechas. Listas para calentar.
Sin embargo, a veces uno se acaba cansando de esas comidas, que vienen hechas para intentar gustar al mayor número de personas posibles, y hay varias formas de tunearlas.
- Pizza: Cada día traen más cosas, pero añadirles pimienta y orégano siempre les da otro toque. A veces también añadir un poco o un mucho de queso rallado también ayuda. Si sigue siendo muy sosa, dependiendo de los ingredientes que ya lleve, podemos echarle una latita de atún, o de champiñones, o aceitunas laminadas o un poco de embutido.
- Arroz tres delicias: Éste admite de todo. De verdad, probadlo: salchichas, chorizo, atún, maíz, queso, jamón de york, jamón serrano en taquitos, guisantes (a quien le gusten), huevo cocido, tortilla francesa, tortilla de patatas, huevo batido para hacerlo en revuelto, perejil, cebolla, ajo, palitos de cangrejo... En fin, conozco gente que, incluso una vez hecho, le añade mayonesa y está buenísimo.
- Revuelto de patatas: Lo hay de carne o tres delicias, y admitiría lo mismo que el arroz, aunque también se le puede añadir cinta de lomo en trocitos, carne picada, tomate frito o pimiento verde.
En fin, son sólo unas ideas sencillas, para que veáis por dónde van los tiros... Otro dia avanzamos y os propongo algo más elaborado.
Araceli Ocaña
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